La geografía es la madre de la historia.
Esta frase nunca ha sido más relevante que ahora, especialmente cuando hablamos sobre la relación México-Estados Unidos.
Durante una reciente conversación analizábamos cómo las decisiones recientes del expresidente Trump han vuelto a poner sobre la mesa un escenario complejo para México. Trump ha recordado el tratado de 1944 sobre el agua que México debe entregar a Estados Unidos, agregando presión adicional en nuestras relaciones bilaterales y haciendo más evidente la necesidad de soluciones diplomáticas y estratégicas.
Además, la realidad comercial actual es otra: México enfrenta aranceles del 25% en acero, aluminio, automóviles y diversos productos que no están contemplados en el T-MEC, mientras que para otros países se estableció un arancel general del 10%.
México no puede ni debe entrar en confrontaciones con Estados Unidos, no solo porque más del 83% de nuestras exportaciones dependen de ese país, sino porque históricamente nuestra ubicación geográfica nos exige una relación de colaboración y conciliación.
La presidenta ha tomado la postura correcta al buscar una relación conciliadora. Independientemente del estilo agresivo o “bully” de Donald Trump, nuestra prioridad debe ser siempre alcanzar acuerdos beneficiosos que aseguren el bienestar económico de México y su posición estratégica en el comercio internacional.
Como mexicanos, debemos actuar con inteligencia estratégica, porque enfrentar directamente a nuestro principal socio comercial sería un grave error. Hoy más que nunca, la diplomacia, el diálogo y la negociación deben prevalecer.
¿Cómo ves tú la situación actual y el futuro inmediato entre México y Estados Unidos?
Escrito por: Jehú Rodríguez Director de RdzGil Logistics S.C.